La Torre: Su aparición significa algo seguro: la destrucción de lo que hasta ahora venía dándose. Muchas veces no somos capaces de ponerle fin a una situación por miedo a la soledad, al qué dirán o simplemente a lo que sucederá si es que nos quedamos sin eso que era tan seguro. Sin embargo, un quiebre es lo primero que necesitamos para seguir avanzando y pasar a la nueva etapa de nuestra vida, y eso es precisamente lo que La Torre viene a anunciarnos.
El estar vinculada a Aries desde el punto de vista de la cabalística, la hace una carta con empuje y dinamismo, características distintivas del signo. El primer signo del zodiaco se lanza a lo nuevo sin lamentarse lo que se deja atrás, lo mismo que debemos hacer nosotros cuando esta carta aparece frente a nuestros ojos.
Desde el punto de vista espiritual, nos da la fuerza para enfrentar lo que viene, lo cual será cruel, ya que las fuerzas positivas lucharán con las destructivas y eso nos dejará agotados al final del proceso.
Cuando esta carta nos presenta un resultado final, se trata de un anuncio negativo, ya que no alcanzaremos aquello que nos proponemos, por mucho esfuerzo que le pongamos de nuestra parte. Lo que ocurre es que hay fuerzas externas luchando en contra de nuestra voluntad. Sin embargo, cuando todo termine nos habremos dado cuenta que la vida y el destino son más sabios que nuestros instintos, y que aquello por lo que tanto luchábamos no valía en verdad la pena y era mejor dejarlo ir.
Como situación, nos presenta un proceso de transformación, por lo que la inestabilidad, la angustia, la tensión y la confusión serán los que reinen en nuestra vida. Es un momento de replanteamientos y reconstrucción de planes y metas de vida. Las personas involucradas en esta situación se manifiestan agresivas, ya que la tensión las ha sobrepasado y les cuesta manejarse en medio de tanto conflicto. Una vez todo pase, dichas personas volverán a ser quienes eran antes y su personalidad nada tendrá que ver con lo que ahora nos muestran.
En el amor se reciben sorpresas desagradables. Lo que considerábamos como una crisis será visto por parte de nuestra pareja como el principio del fin, por lo que se replanteará hasta qué punto es posible mantener la unión. La familia intentará intervenir, pero su intervención no traerá nada bueno a la pareja, por lo que habrá que ponerle límites.
Los errores se han hecho corrientes
en el ámbito de trabajo, lo que ha comenzado a molestar a los jefes y nuestra permanencia en el cargo que ocupamos está siendo puesta en duda. Una persona nueva en la empresa tiene la mira puesta en nuestro empleo. Debemos actuar con mucha cautela.
Se nos va el
dinero de las manos porque ha llegado el momento de pagar las deudas que acumulamos. Se juntan muchas cuentas y habrá que cuidar cada céntimo.
En la salud. Corremos un alto riesgo de sufrir accidentes, tanto domésticos como en la calle. La prudencia es la mejor consejera. Si hemos sufrido una enfermedad últimamente, hay altas probabilidades de recaídas.
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